Werner Engel, distinguido analista Jungiano de los Estados Unidos, recuerda la intervención de
Elaine de Beauport en el Club de Psicología Analítica de Nueva York en 1989

“Volviendo atrás, me he preguntado a mi mismo, ¿qué es lo que realmente estábamos oyendo esta
noche? Me he preguntado: ¿Oímos Psicología? ¿Oímos Neuroanatomía? ¿Neurofisiología? Y he llegado
a una cierta conclusión. Y estoy dispuesto a decirla, si me lo permiten. Lo que estoy dispuesto a decir
es que fue mas allá de todo esto. Lo que he oído esta noche lo considero como música sinfónica…
Recuerdo. Una mujer remarcable. Habló del cuerpo como nuestro verdadero instrumento que
necesitamos mantener entonado con las melodías de nuestros hábitos, nuestras emociones y nuestro
pensamiento. Jung hubiera apreciado esas conexiones.”

Conferencia:

Vengo del mundo de la ciencia y de la filosofía y del mundo de la psicología hacia el mundo de la
educación y ahora mas específicamente dentro del mundo del cerebro.

Las dos piezas de información que presento son: la primera que el cerebro humano esta formado de
tres cerebros química y físicamente diferentes y que para cuidarnos a nosotros mismos necesitamos
tener acceso a los tres. Uno solo no es suficiente.

Y la segunda es que ya no podemos seguir viendo el cerebro tal como se presentaría en un texto
médico. En beneficio de la familia humana, necesitamos ir desde la perspectiva histórica, nuestra
manera de ver la vida, nuestras maneras de ver a través de nuestras instituciones, todas basadas en la
visión de Newton del universo, hacia perspectivas basadas en la manera de ver la vida a través de la
Nueva Física. No seguir viendo el mundo como dividido (conocido como la Teoría de los Bloques
Divididos del Universo) sino con la visión de la Nueva Física que es ver el mundo como energía.

Voy a empezar por revisar las investigaciones del Dr. Paul MacLean quien fue hasta hace dos años el
Director de las Investigaciones del Cerebro y el Comportamiento en el Instituto Nacional de Salud
Mental de los Estados Unidos. Sus investigaciones son un esquema extraordinario para la familia
humana. Lo que está a continuación, es una re-interpretación del trabajo de MacLean con sus
posibles significados para la vida del individuo.

El cerebro más profundo corre por la médula espinal y está conformado por tres partes: el tallo
cerebral, el sistema reticular activador, que consiste de fibras que suben hacia los otros cerebros y
el ganglio basal que recubre el tallo cerebral. Estas son las tres partes físicas identificadas por el
Dr. MacLean como el sistema cerebral-R también conocido como el cerebro Reptil. Este es el cerebro
del ritmo, el cerebro de la adicción, el cerebro de la acción, la religión, los valores y, desde un punto
de vista jungiano, el cerebro de la sensación.

Un aspecto muy importante de todo esto es que cuando vamos a dormir, podemos tener acceso al
inconsciente colectivo a través de los sueños, por medio de este cerebro profundo, el cerebro Reptil.
Otra manera de tener acceso a este cerebro es observando el cuerpo, su comportamiento y sus
patrones del comportamiento junto con los sueños.

Este cerebro profundo se mueve hacia y se aleja de… personas, sitios, cosas, ideas, colores – cada día,
todo el día. Acercarse y alejarse, como las olas del mar. Si nos movemos hacia algo y nos atrae una y
otra vez, re-actuamos, y eso es lo que hacemos toda nuestra vida. Construimos rutas, caminos,
patrones de vida, rutinas, patrones de comportamiento. Si le añadimos el arte, la conciencia, la belleza
o cualquier otro aspecto exquisito, se pueden convertir en rituales; y luego si esas rutinas o rituales
son puestos en el espacio, se convierten en nuestras instituciones.

El cerebro Reptil es un cerebro de respeto y necesario. Es un recurso; imita; ayuda nuestra creatividad.
Si haces algo mejor de lo que yo lo hago, me beneficia imitarte. Deberíamos liberarnos para imitar y
ser recurso el uno para el otro.

Subiendo, el siguiente cerebro es el cerebro Límbico, también llamado el cerebro medio. Su primer
órgano y el más grande, es llamado el Tálamo. Las investigaciones cerebrales, más allá del trabajo de
MacLean, han descubierto que cuando los electrodos tocan el Tálamo, surgen recuerdos de familia y
afecto de familia. El afecto es la nota clave de cómo nos permitimos entrar en este cerebro límbico
que también podemos llamar el cerebro emocional. La cuestión es cuanto me voy a permitir ser
afectado por ti, o viceversa, o afectado por cualquier cosa. Y cuan profundo me voy a dejar afectar.
La respuesta está muy gobernada por los otros órganos en este territorio de mucho miedo.

La región septal está asociada con la excitación sexual. No hay manera de que puedes ser afectado
por un plato de espaguetis o cualquier otra cosa, sin tener excitación sexual. Es importante tener esto
claro. Los Yoghis tienen puntos profundos acerca de esto. Bajo los bulbos olfatorios está la nariz, así
que respirar y oler también están asociados con este cerebro. Una de las maneras de alterar ese
dejarse afectar es a través de la educación de la respiración.

Debajo del Tálamo está el Hipocampo relacionado a la memoria, y los Núcleos Hipotalámicos,
también llamados en términos populares los “centros de placer y dolor”. Este el aspecto más
profundo e importante de este cerebro. “Yo quiero, yo deseo” es lo que gobierna. Si no obtengo lo
que quiero es dolor, si lo obtengo es placer.

En el cerebro Reptil se encuentran químicos naturales pero también se encuentran en el cerebro
Límbico y los Núcleos Hipotalámicos. Son tremendamente importantes para nuestra salud y para
nuestros estados mentales. Existen en un rango de quietud hasta un rango de excitación – serotonina,
endorfina, encefalina – si los nombres, pero lo importante es recordar que existen químicos naturales
para calmarte o excitarte.

¿Cómo entonces tener acceso a estos químicos naturales además de la manera de recibirlos con
drogasartificiales? Una manera seria revisando toda nuestra comprensión de las emociones. Cuando
ponemos las emociones en una escala de quietud hasta excitación como la de los químicos naturales
ya mencionada, por ejemplo si vemos las emociones en términos de energía, ellas también se
expandirían en un rango desde la quietud hasta la excitación. Un ejemplo seria que la depresión es
realmente un estado en el que la energía no se mueve. Tu no te mueves… no vale la pena… no
puedes… nadie puede. El cuerpo no quiere moverse. Hay una real inmovilidad. Hay una necesidad
de permitir, de cultivar, de entender un estado de ánimo, una inmovilidad, especialmente en las dos
oportunidades en las que este cerebro tiende a la explosión: en la adolescencia y en la crisis de la
edad madura.

Subiendo a través de este rango de emociones, la tristeza tiene un poquito más de energía en ella, la
rabia mucha más, la felicidad es una escala un poco diferente y la excitación tiene mucha energía. La
revisión de estas emociones como una escala nos va a permitir entrar en ellas y nos va a transformar
a cada uno de nosotros, pero tenemos que dejarnos sentir afectados y entrar en nuestro cerebro
emocional que gobierna nuestro camino a través de los variados estados de ánimo. Pero usualmente
no nos permitimos entrar profundo en este cerebro nuestro.

Otro aspecto del Hipocampo es que está asociado con la memoria a largo plazo. El sentido común
nos ha dicho que recordamos lo que queremos recordar. Estamos motivados cuando queremos
estarlo, pero ¡usualmente lo tapamos con tanta otra cosa!

Resumiendo, estar profundamente afectado, estar motivado y ser capaz de ir a través de los estados
de ánimo para quedarse en ellos y aguantar un rango profundo de vibración dentro de este cerebro,
es importante para nuestra salud, como lo dije anteriormente. Pero, ¿por qué? La respuesta es
profunda: este cerebro medio, el sistema Límbico, gobierna los órganos de nuestro cuerpo.

El cerebro Reptil gobierna mi columna vertebral y mi parte de atrás. El cerebro Límbico gobierna el
interior y mi parte frontal.

La Neocorteza es un sistema voluntario: yo puedo escoger abrir y cerrar mi mano, ya que el sistema
gobierna los músculos. Pero el cerebro Límbico, lo que llamamos emociones, gobierna mi estado
de constricción o expansión de todos estos órganos de mi cuerpo. Ojo, glándulas, corazón, hígado,
intestinos, colon y todo lo que es parte del sistema autonómico involuntario. ¡Quizás “emoción” no es
un termino suficiente para expresar las serias dinámicas que dan acceso a este cerebro y poder honrar

nuestros propios cuerpos! El cerebro Límbico también va directamente no solo al sistema endocrino
y el sistema hormonal sino también al sistema inmune. Así pues, cuan bien me siento tiene mucho
que ver con mi respuesta inmune y mi capacidad de crear células blancas y luchar con la enfermedad.
Es un placer diario lo que mantiene alejado al doctor, porque lo que necesitamos para mantenernos
bien es serotonina y endorfinas. Lo que ellas hacen es evocar el placer, así que no vayas a la cama sin
ellas. O ve con ellas.

El tercer cerebro del sistema del cerebro triuno consiste de los hemisferios derecho e izquierdo y el
Cuerpo Calloso que es un camino de intercambio que permite que las energías y los procesos de
cada hemisferio crucen al otro. Leemos mucho acerca de los hemisferios izquierdo y derecho. Uno es
de dominancia del hemisferio derecho o del hemisferio izquierdo: en esto hay mucha verdad. Pero si
un hemisferio es energizado, el otro, y por tanto la totalidad del cerebro se energiza.

El hemisferio derecho es simultáneo. Si tartamudeo y no puedo terminar la frase, es porque otro
proceso se está sucediendo simultáneamente dentro de mí. Doy un vistazo, veo la idea total, pero no
la puedo enderezar para que salga secuencial.

El hemisferio izquierdo (pensamiento lógico-racional) es seguramente la piedra angular de nuestra
civilización occidental. Y es absolutamente esencial, como sabemos todos, para la filosofía, la verdad
política, la libertad política, para la habilidad de dudar, de cuestionar, de saber exactamente el por
qué, saber causas y conocer efectos. Esto ha creado nuestra filosofía y nuestra ciencia. La exactitud
nos ha traído los regalos que tenemos.

Aun así, esta exactitud es un proceso absolutamente brutal para usar sobre los seres humanos. Para
poder conocerte yo tengo que coleccionar toda la información acerca de ti, sumar y restar algunos
puntos y llegar a alguna conclusión. Al final, se supone que debo dudar. El pensamiento lógico
siempre termina con una pregunta. Es verdaderamente difícil llegar hasta el final, y aun conocerte,
y si yo se lo que ahora se, que es que tu eres billones de células, que yo pueda llegar a la conclusión
acerca de un billón de células seria como tambalearme hasta el mar para contar los granos de arena.

Hay una gran necesidad de otra inteligencia, otro proceso de pensar que puede ser llamado asociativo,
que es una manera en la que el hemisferio derecho procesa: yo necesito solo un vistazo de ti. Veo que
tienes ese bello prendedor en tu blusa, y me pregunto de donde vendrá. Tengo el vistazo tuyo,
y puedo empezar a relacionarme.

Podemos empezar a procesar desde un tipo de pensamiento libre del hemisferio derecho.

El Hemisferio Izquierdo procesa de las partes a la totalidad. Mide el tiempo en pasado, presente y
futuro. El Hemisferio Derecho, por otra parte, es atemporal. Todo esta eternamente presente.
Necesita ver la totalidad, un marco, y entonces se permitirá entrar más profundo en las partes. Pero
necesito decir que no hay tal cosa como una totalidad, porque lo que ves es un campo vasto de
energía. Nada debería ser llamado totalidad, solo vistazos de la totalidad.

En este vasto campo de energía un lente mira hacia fuera y necesita estabilizar el campo, ordenarlo y
fijarlo secuencialmente, para que haya un pasado, presente y futuro. El otro lente ve hacia fuera y dice,
“todo a la vez”, “el todo es lo que tenemos”. Está siempre aquí, en el momento, y el pasado, presente y
futuro no tienen mucho sentido para él.

Hemos tenido guerras religiosas acerca de esto y todavía estamos teniendo una entre la evolución y
la teología de la creación. ¿Por qué pelear? si lo que tenemos es que unirnos todos, ya que lo que hay
en realidad son estos dos bellos lentes que ven hacia afuera, uno a las especificidades y el otro al
universo y toda la energía.

En conclusión, tenemos un sistema cerebral que controla la columna vertebral llamado el Cerebro
Básico, el cerebro medio o Límbico que controla el frente del cuerpo y los dos lentes de la
Neocorteza. En estos dos lentes tenemos una manera secuencial de pensar en el hemisferio
Izquierdo y en el Derecho, otra manera de pensar visual, la visualización, lo imaginario, las imágenes,
hasta llegar a la inteligencia intuitiva y… yendo todavía a mayores velocidades el psíquico, el que
está en éxtasis y muchos otros nombres y distinciones de este tipo.